En esta fiesta, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, veinticinco vaquillas se pasean por las calles del municipio llenándolas de color y danza hasta confluir en la plaza del pueblo.
[2] Centrando la atención en Colmenar Viejo, los orígenes de esta celebración datan del siglo XIII, momento en que se consolidó el municipio.
Esta decisión se adoptó tras una reunión del alcalde Jorge García Díaz con la Asociación de Vaquilleros y Vaquilleras de Colmenar Viejo donde se abordó el tema dadas las especiales circunstancias del calendario.
[6] Participan veinticinco figuras que recorren las calles del municipio hasta confluir en la plaza del pueblo simulando ser vaquillas con nombres como Arrimadita o Relamida.
Finalizado ese acto, metafóricamente se bebe la sangre del animal muerto, que en realidad es una sangría limonada, que degustan todos los asistentes al acto, además de rosquillas típicas de ese día.