Un fetichista del pie se puede excitar sexualmente al ver, tocar, acariciar, chupar, cosquillear, lamer, masajear, besar u oler los pies de otros.
La respuesta del fetichista es la misma o muy similar a la respuesta de excitación sexual frente a los genitales u otros rasgos específicos de cada sexo.
A muchos fetichistas de pies les gusta ver a una persona caminando descalza en la calle, en lugares públicos, entre otros, y sobre distintas superficies y texturas.
[cita requerida] Una hipótesis freudiana es que, en muchas culturas, la experiencia del infante con su madre puede involucrar adoración por su pie.
[3] Una explicación del neurólogo Vilayanur S. Ramachandran enfatiza el hecho de que el pie y los genitales ocupan áreas contiguas en el córtex somático-sensorial, y que posiblemente hay enlaces entre los dos.