[2] Fue el primer ferrocarril eléctrico para transporte de carga construido en Sudamérica.
[7] Los postes que sostenían la catenaria que entregaba electricidad a los trenes se encontraban separados entre 20 y 25 metros.
Al mismo tiempo, cada locomotora poseía acoplados a los ejes de sus ruedas cuatro motores generadores de 250 kW,[8] con los cuales generaba electricidad durante la bajada de los trenes cargados que le permitían realizar el trayecto de subida con los vagones vacíos.
[10][11] Posteriormente en los años 1930 se sumarían nuevas locomotoras.
[12] Tras la adquisición de las minas de Bethlehem Chile por parte del Estado en 1971, y su traspaso a la Compañía Minera del Pacífico, la mina continuó su actividad hasta la fecha en que venció la concesión.