[3] Cuando en 1829 Fernando VII enviudó por tercera vez, éste carecía de descendencia legítima que pudiese sucederlo tras su muerte.
Poco después fallecía Fernando VII, y ascendía el trono su hija Isabel II.
Inicialmente, la familia del infante Carlos María Isidro se escapó al vecino Portugal, país natal de la madre del infante Fernando; instalados en el Palacio de Ramalhao, la familia pasó a Coímbra para unirse al ejército legitimista, partidario del infante Miguel, que reclamaba para sí mismo el trono portugués en oposición a su sobrina, la reina María II.
Dada la situación insostenible en Portugal, Fernando y su familia se trasladaron a Portsmouth (Reino Unido); fue en aquel país donde un año después fallecería la madre de Fernando, la infanta María Francisca de Braganza.
La brecha entre las dos ramas de la familia Borbón, la isabelina y la carlista, nunca volvería a cerrarse.