Es el primer jugador en la historia de Tigre en ascender como campeón dos veces a la Primera División de Argentina.
Tentado por Tigre cuando la institución se muda a Victoria, comienza participando en la cuarta especial.
Rubio trascendió en los medios nacionales en 1946 por un hecho muy particular: en un partido de visitante frente a Boca Juniors, el 15 de septiembre, marcó un gol descalzo.
[1] Siguió su carrera en Independiente, jugando de centrocampista, donde entre 1950 y 1952 disputó 48 partidos, marcando 2 goles.
Luego de una fractura de tibia y peroné, decidió abandonar la práctica activa del fútbol en 1954, pero se mantuvo siempre unido a Tigre, alentando desde las tribunas.