[1] En 1839, tras la muerte de su padre, su familia se estableció en Cádiz cuando contaba dieciocho años.
En 1845 se trasladó a Madrid y comenzó a publicar una revista decenal fourierista con el título de La Atracción (marzo de 1846), del que era director y repartidor, puesto que no alcanzó a tener más de 12 suscriptores[1] y que solo duró tres meses, pero que atrajo al lado de Garrido a varios demócratas socialistas, entre los que figuraban Sixto Cámara, José Ordax Avecilla, Federico Carlos Beltrán, Francisco Javier Moya y Félix de Bona.
Al periódico cerrado lo reemplazó El Eco de la Juventud, en que prosiguió Garrido con entusiasmo su propaganda socialista, que se fusionó con El Amigo del Pueblo, dirigido por Antonio Ignacio Cervera y con la Reforma Económica, dirigido por Cámara, dando paso a La Asociación bajo la dirección de Ordax Avecilla que llegó a reunir varios miles de suscriptores.
[1] Se estableció en Londres, donde representó a España en el Comité Internacional de la Democracia Europea, del que formaban parte Mazzini, Kossuth y Ledru-Rollin, y allí permaneció hasta que la revolución de 1854 le permitió volver a España.
Garrido fue llevado al Saladero de nuevo, se le instruyó proceso y compareció una vez más ante el Jurado.
En el folleto La República democrática federal universal, publicado en Lérida en 1855, del que se agotaron varias ediciones, confirmó sus teorías, y otro titulado La Democracia y sus adversarios le valió el destierro a Lisboa; después salió milagrosamente bien del juicio sumario que se le había instruido por suponerle complicado en la conspiración que costó la vida a Sixto Cámara.
Mas lo persiguió la desgracia, y como se le atribuía cierta proclama contra Isabel II, que circuló por Barcelona cuando visitó esta capital la reina, tuvo Garrido que emigrar, primero a París y luego a Londres.