Fernán Martínez de Zevallos (o Zeballos) fue un rico hombre de Castilla, caballero y capitán del rey Alfonso VIII en el siglo XII.
El castillo de Alarcón, situado sobre un gran promontorio de altos peñascos y rodeado por el río Jucar, fue asediado durante 9 meses sin éxito hasta que en la desesperación de los cristianos, escaló temerariamente Fernán Martínez de Zevallos la torre del Homenaje con dos dagas vizcaínas, clavandolas entre los intersticios del muro.
Una vez llegado a la cima de la torre, dio muerte a los musulmanes que estaban de centinelas y echó una escalera para que los soldados pudieran subir.
En honor a su arrojo y valentía en la conquista de Alarcón, le fue otorgado por el rey Alfonso VIII las rentas de la villa Alarcón, la tenencia del castillo, su Alcaldía y el apellido Alarcón por perpetuidad.
Sus descendientes tomaron el apellido de Alarcón y dieron origen a este nuevo linaje.