Trabajaba en el turno noche al cuidado y mantenimiento de las maquinarias.
Según diversos testimonios, fue conducido a la Comisaría 1.ª de San Martín, donde fue torturado durante días.
Luego fue trasladado al destacamento de Villa Lynch, donde continuaron las torturas.
El hecho produjo una importante conmoción social y su aparición con vida pasó a formar parte de las reivindicaciones de diversas organizaciones.
Se hizo popular el canto: Afirma Roberto Baschetti que «el comisario “Tano” Fiorillo había asesinado a Felipe Vallese».