1672-1675), fue un corsario irlandés al servicio de la Monarquía Hispánica.
La estrenó mismo año con la captura del buque inglés, Humility, capitaneado por Matthew Fox, a cuyos tripulantes torturó y ejecutó como era la costumbre.
[2] Al año siguiente capturó el buque Virgin del contrabandista Edmund Cooke, a quien abandonó con sus tripulantes en un bote sin provisiones.
[3] Cooke sobrevivió, y al perder otro barco a manos españolas poco tiempo después, se convirtió en corsario contra los españoles,[1] aunque terminó por volverse pirata al ser acusado de incompetencia y sodomía.
[4] Sus actividades resultaron tan funestas para los ingleses que el rey Carlos II de Inglaterra les ofreció indulto si abandonaban a los españoles, aderezándolo con una amenaza de ejecución si se negaban, pero aparentemente ninguno aceptó.