Felicia Solano de Vizuete (Guaranda, Ecuador) inicia su acción liberal cuando el general Ignacio Veintemilla se enfrenta con tropas del presidente José María Plácido Caamaño.
[1] Realizó grandes sacrificios por la causa revolucionaria.
Donó su fortuna y perdió a su hijo Ángel María en la causa revolucionaria.
Cuando se enteró de que su hijo había muerto en la batalla de San Miguel (6 de agosto de 1895), pronunció estas emotivas palabras: “No importa, he perdido un hijo, pero ha triunfado la Causa Liberal”.
[1] En las calles de Guaranda tuvieron lugar el combate en el que poco a poco los revolucionarios ganaban terreno.