Constituye junto al mencionado Viñes la mejor representación española de los estudios meteorológicos y sismográficos en la época moderna.
Forma parte de una tradición científica y humanística originada en la Escuela Universalista Española del siglo XVIII, en sus grandes cabezas iniciales, Juan Andrés y Lorenzo Hervás, ya estudiosos de la meteorología en sus obras mayores.
Este observatorio, creado en 1865 en un lugar privilegiado del planeta para ejercer sus cometidos, no sólo fue muy admirado e importante para el sistema de predicción y el estudio de la compleja climatología del archipiélago sino que además creó escuela.
Como director, sucedió a Faura, tras veintitrés años de dedicación, su discípulo el padre José María Algué.
[4] Entre sus trabajos más relevantes se encuentra La meteorología en la Exposición Colombina de Chicago (1893), en colaboración con su discípulo José María Algué.