De un extenso currículum, su obra es considerada, por la solvencia de su realización y por su amplitud conceptual, como una aportación valiosa al arte contemporáneo, a caballo de los siglos XX y XXI.
En Sevilla, fue miembro fundador de grupos como Escuela sevillana de pintura, Itálico y Equipo Mayo,[2] canalizando una inquietud latente por la innovación de las artes plásticas.
[3] El ejercicio de dibujante y pintor se fue manifestando en colectivas y certámenes realizados en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), y Sevilla, año 1948; y siguió año tras año a lo largo de la geografía nacional, para abrirse al exterior, con muestras colectivas celebradas en Nueva York,[4] Nueva Jersey y otros espacios estadounidenses, y llegar al Salón des Nations de París y a la II Bienal Hispanoamericana Islas del Caribe, celebrada en La Habana, Caracas y Bogotá, sedes sucesivas de la exposición entre finales de 1953 y principios de 1954.
[5] Mientras, Federico Delgado Montiel ha protagonizado numerosas exposiciones individuales, desde la primera, abierta en el Centro Cultural de Ceuta, en 1955, dos en el Reino Unido, el año 1957, a las que se han ido presentando posteriormente en Sevilla, Nueva York, Madrid, Valencia, Málaga, Cádiz, Palos de la Frontera, Huelva, entre otros.
En 1960, Federico comenzó a dar clases en la Escuela de Artes y Oficios y obtuvo la Beca Von Karman para estudiar un año en Nueva York con su obra La panadera, para la que le sirvió de modelo su propia hermana, Carmen.