En la época de colonización otomana, eran descritas como las tribus libres (al-Hurra), pues se dedicaban al pastoreo y al cultivo ocasional cuando las lluvias lo permitían, no atrayendo así la atención de la Administración en materia fiscal.
Durante la monarquía, fueron siempre favorecidas por el rey Idris I, pero con la creación de un Gobierno central y el comienzo de la explotación del petróleo la economía tradicional sufrió un paulatino declive, si bien aún mantienen su influencia social.
Este proceso de decadencia explica en buena parte la revolución que en 2011 derrocó a Gadafi.
[7] Esto provocó varios enfrentamientos entre el Consejo Cirenaico y el gobierno central, lo que detuvo las negociaciones sobre el federalismo.
[11] En 2014, Jadran intentó vender petróleo del puerto de Sidra por su propia cuenta y sin el beneplácito del Gobierno central a través de un navío con bandera norcoreana, el MV Morning Glory, que evadió el bloqueo naval libio.
La embajadora estadounidense, Deborah K. Jones, justificó la acción condenando los planes de Jadran como un "robo al pueblo libio".
Ello se debe a que los cirenaicos, aunque trataron de integrarse en la Jamahiriyya para no ser excluidos del poder político, nunca fueron especialmente fieles a Gadafi, ni partidarios del derrocamiento de Idris I.
Cuando el Congreso General designó a Yousef Mangoush en enero de 2012 para el cargo, la condena del Cirenaica fue enérgica.
[14][15] Las relaciones entre Jadran —el principal valedor del federalismo como movimiento político— y el general Haftar fueron en un primer momento cordiales, pero pronto se hizo notable que el Ejército quería hacerse con el control de los puertos petrolíferos de Ras Lanuf, Sidra y Zuetina.
Al-Atewish sobreviviría meses más tarde a un intento de atentado fallido, el cual algunas fuentes relacionaron con Jadran.
El Consejo Presidencial del GNA intentó crear una tercera rama de la PFG, dirigida por Idris Abu Khamada (quien ya ocupó el cargo en 2013 durante el mandato del Primer Ministro Alí Zeidan), pero fue expulsada por el Ejército.
Haftar respondió ordenando el arresto de cualquier político vinculado a dicho Ejecutivo.