Durante la Guerra civil (1936-1939), FETE se convirtió en el gran sindicato de la enseñanza, tras la fusión de las antiguas asociaciones profesionales del magisterio, y desarrolló un papel decisivo tanto en el frente como en la retaguardia.
FETE insistió especialmente en la depuración del profesorado desafecto al Frente Popular.
Como sector de Enseñanza, sigue negociando convenios colectivos y está en todas las mesas sectoriales de las Administraciones a nivel central y autonómico, además de atender el ámbito europeo e internacional.
Sus planteamientos y reivindicaciones históricas se mantienen vivos.
Es miembro fundador de la Internacional de la Educación (IE) y miembro del Comité Sindical Europeo para la Educación (CSEE).