Federación de Rodesia y Nyasalandia
El estatus constitucional de los tres territorios, una colonia autónoma y dos protectorados, no se vio afectado, aunque ciertas leyes se aplicaron a la federación en su conjunto como si fuera parte de los dominios de Su Majestad y una colonia.[3] Las ventajas económicas para la federación nunca se consideraron seriamente cuestionado, y las causas del fracaso de la Federación fueron puramente políticas: la fuerte y creciente oposición de los habitantes africanos.[3] Los gobernantes de los nuevos estados africanos negros estaban unidos en querer terminar con el colonialismo en África.Estos grupos apoyaron las aspiraciones de los nacionalistas africanos negros y aceptaron hablar en nombre del pueblo.[4][5] En 1964, poco después de la disolución, Rodesia del Norte y Nyasalandia se independizaron con los nombres de Zambia y Malaui, respectivamente.