[1] A las pocas semanas nacía en Frankfurt una organización alternativa con el nombre de Federación de Asociaciones Obreras Alemanas (Vereinstag Deutscher Arbeitervereine, VDAV) impulsada por demócratas y liberales progresistas que se oponían a la idea lassalliana del partido obrero totalmente independiente del resto de fuerzas progresistas.
En la VDAV se integró el periodista seguidor de Marx Wilhelm Liebknecht que había abandonado la ADAV desengañado por el autoritarismo de Lassalle y por la adulación de que era objeto en el partido.
En 1865 Liebknecht introdujo en la VDAV a August Bebel, un destacado líder obrero de Sajonia, con quien había trabado una gran amistad cuando se instaló en Leipzig —al obligarle la policía a abandonar Berlín a causa de unos artículos publicados en el Oberrheinischer Kurier (El Correo del Alto Rin) en los que criticaba la política de Otto von Bismarck— y a quien convirtió al marxismo.
[3] En septiembre de 1868 la Federación celebró un Congreso en Núremberg en el que los delegados manifestaron su voluntad de adherirse al programa de la Primera Internacional —de la que Johann Philipp Becker había organizado varias secciones clandestinas en Alemania desde su fundación en Londres en 1864—, lo que suponía la ruptura con la burguesía y pequeña burguesía democráticas.
El primer paso que dieron fue constituir «cooperativas sindicales internacionalistas» (Internationale Gewerkschaften) al margen de la ADAV y cuyo primer congreso se celebró en Leipzig en mayo de 1869.