Desde el título del álbum (Febrero 14), es difícil pensar en un disco más romántico que este.
A diferencia de muchos colegas de América, él tiene una habilidad especial para tomar los lugares comunes y transformarlos en algo nuevo, y todo esto sin tomar muchos riesgos artísticos.
Lo más destacado vino de la acústica de "El favor del tiempo" y el folklore "Vuela una lágrima".
Bien diseñado y producido, al menos para los estándares de América del pop, el álbum fue un nuevo paso adelante en su carrera.
Todas las canciones escritas y compuestas por Alberto Plaza, excepto donde se indique..