Fay Wray

[2]​ En 1923, Wray apareció en su primera película cuando debutó con apenas 16 años en un cortometraje histórico patrocinado por un periódico local.

[3]​ En 1928, el director Erich von Stroheim la seleccionó para encabezar el elenco femenino principal de la película La marcha nupcial,[2]​ emitida por la Paramount tras un rodaje extenso y dificultoso que se destacó por su alto presupuesto y los valores de producción.

[1]​ La actriz comentó a The Guardian en 1998: «Nunca tuve otro director tan genial como Stroheim... Su talento era una capacidad infinita por el cuidado de los detalles... Y aunque se trataba de una película muda, insistió en que los actores debían hablar líneas precisas».

[3]​ Sin embargo, sus películas más destacadas se estrenaron cuando trabajó bajo el sello de la RKO Radio Pictures.

[2]​ De acuerdo con Wray, Jean Harlow había sido la actriz elegida inicialmente por RKO pero no estuvo disponible debido a que MGM la había puesto bajo contrato exclusivo durante la preproducción de la película.

Después me dijo: "Vas a trabajar con el galán más alto y oscuro de Hollywood".

[12]​ El filme recaudó 90 000 USD durante los primeros cuatro días, una cifra sumamente elevada si se tiene en cuenta que Estados Unidos estaba restableciéndose de la crisis de 1929 y las entradas cinematográficas costaban 15 centavos.

Una vez trasladado a Nueva York, muere desde lo alto del Empire State.

[24]​ Sin embargo, Wray siempre fue consciente de que sería recordada por la culminación del filme en la que el simio gigante la eleva a la parte superior del edificio, la coloca suavemente sobre una cornisa, arremete con furia a los aviones de combate que lo acribillan a balazos y finalmente cae muerto desde el rascacielos de 102 pisos.

[1]​ Por otro lado, Wray pasó un día entero grabando de forma adicional gritos estridentes y lastimeros que un editor insertó posteriormente en la banda sonora y que incluso, fueron utilizados para otras películas de terror.

[2]​ Wray probó escribir obras teatrales en 1939 y colaboró con Sinclair Lewis en la pieza Angela is 21, que fue adaptada para cine por Universal como This Is the Life en 1944, pero su empeño apenas fue ligeramente exitoso.

Sin embargo, debido a algunos problemas económicos, continuó su carrera actoral durante las siguientes tres décadas,[19]​ en las que trabajó en cine y de forma frecuente en televisión.

[26]​ En el mismo año intervino en un episodio de Alfred Hitchcock Presents titulado The Morning After.

[2]​ En 1989 publicó su autobiografía titulada By the Other Hand (Por otra parte, en español).

El rol fue otorgado a Gloria Stuart, tres años menor que Wray.

[20]​[30]​ La actriz escribió en sus memorias: «De otro lado, cada vez que llego a Nueva York y veo el perfil citadino y la exquisita silueta del Empire State, mi corazón late con mayor rapidez.

[31]​ Su última aparición pública ocurrió en junio de 2004 durante una celebración en el restaurante Sardi en la ciudad de Nueva York después del estreno del filme documental en el que había participado.

[3]​ Wray se reunió con Naomi Watts, que iba a interpretar el papel de Ann Darrow,[33]​ y declinó cortésmente la propuesta.

[1]​ Su amigo Rick McKay dijo que «se desvaneció silenciosamente como si fuese a dormir».

Dos días después de su muerte, las luces del Empire State fueron apagadas durante 15 minutos en su memoria.

Wray se divorció luego de que le inyectara drogas mientras dormía.

[12]​ Durante los once años que permanecieron casados, cada uno ganó medio millón USD pero nada quedó de ellos.

[2]​ En 1950, Riskin padeció una seria apoplejía y debió ser internado en un asilo, período en el que Wray lo acompañó hasta su muerte cinco años después.

[3]​ En su autobiografía, By the Other Hand (1989), confesó que simpatizaba con el Partido Republicano.

[40]​[3]​ Un pequeño cartel en el borde del parque sobre la calle principal tiene una silueta de King Kong que recuerda su papel en esa película.

[3]​ El escritor Anthony Slide escribió en su libro Silent Players que Wray «era seleccionada por los cineastas porque era competente, cumplidora y, sobre todo, inteligente.

La actriz hacia 1930.
Fay Wray y Joel McCrea en El malvado Zaroff (1932).
Fay Wray en una escena junto a King Kong (1933).
Fay Wray y Paul Hartman en el ciclo televisivo The Pride of the Family (1953).
Tumba de Fay Wray en el Hollywood Forever Cemetery.
Estrella de Wray en el Paseo de la Fama de Hollywood .
Estrella de Wray en el Paseo de la Fama del Canadá .