Hijo de Carmen Espinoza-Álvarez y Pedro Gastañeta-Rivero.
Fue el creador de la serie costumbrista de relatos Doña Caro, vida y milagros, que apareció en los semanarios Variedades y Mundial, además del diario El Comercio donde también fue crítico taurino, bajo el seudónimo taurómaco de “Que Se Vaya”.
En sus crónicas que semanalmente aparecían en El Comercio dio vida a una familia criolla y huachafa de Lima: Doña Caro, sus hijas Zoraida y Etelvina, el hijo Gregorio y el perrito Troley.
No fue un estilista, pero la riqueza de sus escritos radica en el tema y en la amenidad con el que el autor costumbrista solía obsequiar a sus lectores semanalmente (Arriola).
Se vendió en 2 soles el ejemplar, aunque se editaron muy pocos ejemplares (existe un ejemplar en la biblioteca de la Municipalidad de Lima).