Participó en su primera maratón en 1993, en Adís Abeba (a 2.440 metros de altitud), ganando la prueba con 2h44:20 En 1995 fue 18.ª en la maratón de los Mundiales de Gotemburgo.
En 1996 llegó a los Juegos Olímpicos de Atlanta después de haber ganado ese año dos maratones, en Roma y en Marrakech.
Aunque no era la favorita, dominó la prueba con una superioridad abrumadora, corriendo en solitario la mayor parte de la prueba.
Pasó la media maratón en 1h11:57 con 12 segundos de ventaja sobre sus perseguidoras; en el km 26 su ventaja ya había ascendido a 45 segundos.
Finalmente, ganó la prueba con 2h26:05 y le sacó dos minutos justos a la segunda clasificada (la rusa campeona en 1992 Valentina Yegorova); se convertía así en la primera mujer africana en ganar el oro olímpico en la maratón, y además lo hacía con la mayor ventaja de la historia.