Poco más tarde, en 1934 fue erguida una segunda habitación por considerarse que la estancia de dos fareros era insuficiente para su operación.
Ese mismo año fue instalado un sistema de monitorización del Faro de las islas Hormigas, constituido por un controlo remoto vía radio que permitía acompañar si el faro en las Hormigas estaba apagado.
Este, sin embargo, debido a su poca confiabilidad, fue abandonado el año siguiente (1989).
Se accede por una rampa para vehículos, en cuyo eje fueron abiertos escalones para facilitar el acceso peatonal.
Las habitaciones, de planta rectangular, se disponen en torno al cuerpo del faro.