Fanatismo religioso

Bajo su influencia se han justificado conflictos bélicos, despojo forzoso de territorios ancestrales, genocidios, asesinatos y actos terroristas.

En la Historia humana se han vivido constantes movimientos fundamentalistas e intolerantes por parte de diversas religiones.

Esto último también tuvo un alcancé económico, en especial para el Imperio Español, ya que un acto de herejía podía justificar esclavizar a quien lo cometía.

Generalmente se clasifica al fanático como una persona ignorante e ingenua, con un razonamiento apenas suficiente para justificar y defender sus creencias mediante la agresión o juzgando a los demás como herejes.

Se opone al movimiento que conduce a la realidad y por tanto no se puede ver cambios en ella, lo que no da posibilidad para el desarrollo de la vida y el descubrimiento de nuevas ideas.