Falun Gong se originó en el noreste de China y fue enseñado públicamente por primera vez por Li Hongzhi en 1992.
[4][5] En los años desde que se inició la persecución, los practicantes de Falun Gong han participado activamente en abogar por el respeto a los derechos humanos en China.
[10] El término qigong fue construido para evitar asociaciones con prácticas religiosas, las cuales solían ser etiquetadas como «supersticiones feudales» y eran perseguidas durante la era maoísta.
Li Hongzhi fue reconocido como maestro de qigong, y fue autorizado a enseñar su práctica por toda China.
El mismo año, la CQRS emitió una nueva regulación requiriendo que todas las denominaciones de qigong establecieran una delegación del Partido Comunista.
[37] Según David Ownby, los eventos supusieron un reto importante para Falun Gong y los practicantes no lo tomaron ligeramente.
[44] En 1997, el Ministerio de Seguridad Pública inició una investigación para determinar si Falun Gong debería ser considerado xie jiao (邪教, 'enseñanza herética').
[58] Cinco representantes de Falun Gong se reunieron con el primer ministro Zhu Rongji y otros altos cargos para negociar una solución.
[64] Según Human Rights Watch, los líderes del Partido Comunista y la élite dominante estaban lejos de estar unidos en su apoyo a la persecución.
[83][84] En 2002 Human Rights Watch constató que familias y lugares de trabajo fueron urgidos a cooperar con el gobierno.
[88] The Globe and Mail escribió: «... Cualquier grupo que no se ponga bajo el control del Partido es una amenaza».
En casos individuales, sin embargo, las autoridades han negado que las muertes bajo detención fueran causadas por tortura.
Suprimir a Falun Gong fue presentado como un paso necesario para mantener el «papel de vanguardia» del Partido comunista en la sociedad china.
[147] Según International Advocates for Justice, Falun Gong ha presentado el mayor número de querellas de derechos humanos en el siglo XXI y las acusaciones se encuentran entre los crímenes internacionales más graves estipulados por las leyes criminales internacionales,[12] ya que para 2006, 54 denuncias criminales y civiles se encontraban en tramitación en 33 países.
El libro está dividido en nueve «lecciones» y se basó en transcripciones editadas de las charlas que Li dio en toda China en los últimos tres años.
Sin embargo, Falun Gong enfatiza que estos poderes pueden desarrollarse solo como resultado de la práctica moral, y no deben ser perseguidos o mostrados casualmente.
[10] Falun Gong se diferencia de las tradiciones monásticas budistas en que le da gran importancia a la participación en el mundo secular.
[188] El interés excesivo en la política se ve como un apego al poder e influencia mundanos, y Falun Gong apunta a la trascendencia de tales actividades.
Según Hu Ping, «Falun Gong solo trata de purificar al individuo a través del ejercicio, y no toca las preocupaciones sociales o nacionales.
[190] Todas las relaciones sexuales fuera de los límites del matrimonio monógamo y heterosexual se consideran inmorales.
[191] Li Hongzhi enseñó que la homosexualidad hace a uno "indigno de ser humano", crea mal karma, y es comparable al crimen organizado.
[193][197][198] Aunque los gais, lesbianas y bisexuales pueden practicar Falun Gong, el fundador Li declaró que deben "abandonar la mala conducta" de toda actividad sexual entre personas del mismo sexo.
James Tong escribe que al gobierno le interesaba representar a Falun Gong como altamente organizado para justificar su represión del grupo: «Cuanto más organizado se pueda demostrar que es Falun Gong, más justificada será la represión del régimen en el nombre de orden social».
Las organizaciones incluyen The Epoch Times, una entidad mediática políticamente de extrema derecha[227][228][229][230] que ha recibido críticas por supuestamente promover teorías conspirativas, como QAnon, y por presuntamente producir anuncios para el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump, algo que el periódico negó en un comunicado recogido por NBC.
[246] Falun Gong atrajo a una variedad de otras personas, desde jóvenes universitarios hasta burócratas, intelectuales y funcionarios del partido.
[173] Aunque en la literatura periodística a menudo se le cataloga así, Falun Gong no satisface la definición de «secta».
Aunque Falun Gong se basa tanto en ideas y terminología budista como taoísta, no pretende tener una relación directa o una conexión de linaje con estas religiones.
[21] Desde 1999, numerosos gobiernos occidentales y organizaciones de derechos humanos han expresado su condena a la represión del gobierno chino hacia Falun Gong.
[261] Desde 1999, miembros del Congreso de Estados Unidos han hecho dictámenes e introducido varias resoluciones en apoyo a Falun Gong.
En estas actuaciones fueron agregados informes elaborados por Human Rights Watch, Amnistía Internacional y por la Organización de las Naciones Unidas.