[2] Como tantos otros catalanes, Facundo se dedicó al comercio en la capital del oriente cubano, abriendo una tienda de lencería.
En 1852 comenzó a experimentar con el proceso de destilación del ron para obtener una bebida más suave.
Finalmente dio con una fórmula satisfactoria (inédita en el mercado) y tras adquirir una antigua destilería en Santiago, el 4 de febrero de 1862 fundó la empresa Bacardí (simbolizada por un murciélago) para fabricar y vender el nuevo producto.
Sus hijos José, Emilio y Facundo colaboraron activamente en el negocio familiar.
Ese mismo año Facundo Bacardí se retiró del negocio, dejándolo en manos de sus hijos, que más tarde, en la década de los 90, se asociarían con su cuñado Enrique Schueg, gracias a cuyo aporte de capital la empresa se expandió, aumentando las exportaciones y abriéndose a nuevos mercados.