No obstante, es necesario que la pieza sea de revolución y sin curvaturas entrantes.
Cuando han sido aplicadas suficientes capas, el cilindro (mandril) se cura en un horno.
Este sándwich se compacta y enrolla en rodillos de embalaje calibrados.
Posteriormente la prensa hidráulica se cierra y el SMC fluye uniformemente bajo presión por todo el molde formando el producto final.
Este fenómeno hace que el SMC sea actualmente el método más utilizado en la fabricación de materiales compuestos con resinas termoestables.
Estos refuerzos afectan notablemente a las propiedades mecánicas del material final.
Se tira del material (pull) para evitar roturas y desalineamiento de fibras.
Mediante este proceso se puede producir cualquier sección compleja siempre que su espesor sea constante.