Fairchild Hiller FH-227

Ambos constructores habían trabajado anteriormente en la búsqueda de un avión que lograse reemplazar el DC-3.

El primer pedido americano por los aviones producidos por Fairchild no tardó en llegar: en abril de mismo año se recibió una orden inicial de la aerolínea West Coast Airlines por cuatro aviones, a la que les siguieron en mayo un nuevo pedido de Bonanza Airlines de tres unidades y en junio siete más para Piedmont Airlines.

Fairchild por su parte desarrolla versiones propias, como la F-27F(un avión VIP en configuración ejecutiva), el F-27J, más pesado y con turbopropulsores Dart Mk 532-7 para la Allegheny Airlines y el modelo de prestaciones mejoradas en alta cota F-27M.

En 1964 Fairchild se fusiona con el fabricante Hiller, creando así la Fairchild Hiller Corporation y comienzan los estudios de desarrollo para un avión de mayor capacidad, siempre utilizando como base de desarrollo el Fokker F-27 y su planta motriz Rolls-Royce Dart.

Exteriormente, los aviones eran también reconocibles no solo por su mayor longitud, sino que ahora llevaban doce ventanillas ovales por lado, comparados a las diez de los F.27.

Estos modelos iniciales fueron motorizados con Dart 532-7, los mismos motores de los F-27J.

Equipada con frenos mejorados ABS y sistema de flaps con posiciones intermedias para el despegue.

Otros aviones serán modificados por Fairchild Hiller a lo largo de su vida útil en LCD, es decir con la gran compuerta de carga del lado izquierdo, en ese caso un FH-227E sería entonces un FH-227E LCD.

El incidente dejó 29 personas fallecidas y 16 supervivientes, quienes se enfrentaron durante 72 días a las gélidas temperaturas de la alta montaña, la inanición, la deshidratación, y a la dura prueba de ingerir la carne de sus amigos fallecidos.

Fairchild Hiller 227 usado en la película Viven que trata del Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya .