Félix de la Virgen

Ordenado sacerdote el 9 de agosto de 1925,[3]​ se caracterizó por ser fiel a la moral y a la doctrina católica y a la tradición y misión de la Orden Trinitaria.

Escribió gran cantidad de artículos en la revista El Santo Trisagio y publicó una biografía del venerable Tomás de la Virgen.

Se dedicó exclusivamente al servicio de los pobres.

Fue declarado venerable por el papa san Juan Pablo II el 26 de marzo de 1994 y se espera, según el proceso en la Iglesia católica, un milagro para ser declarado beato.

Sus restos reposan en la iglesia Santísima Trinidad de Algorta.