Las superficies de vidrio también se inclinan hacia dentro y quedan empotrados con relación a los pilares.
Se estableció asociado a una empresa norteamericana de la que adquirió tanto capital como experiencia.
Durante la construcción, Gropius y su socio Meyer estuvieron bajo una gran presión para mantener el ritmo de los trabajos.
Para poder hacer frente a los costes adicionales del diseño de Gropius, Benscheidt y sus socios americanos se habían decidido por un edificio menor del que estaba siendo planificado.
La ampliación prácticamente doblaba la superficie de los edificios mediante añadidos hacia la calle (sur).
Esto dio la oportunidad de crear una elevación adecuada hacia la misma.
El trabajo en la ampliación comenzó en 1913 y apenas estuvo terminado cuando estalló la Primera Guerra Mundial.
Durante la guerra solo fueron posibles trabajos menores como la sala de generadores y la chimenea que se convirtió en una característica destacada del complejo.
Tras la guerra el trabajo continuó con la ampliación de edificios menores como la portería y el muro del cerramiento.
Desde 1923 hasta 1925, los arquitectos trabajaron también en una nueva ampliación que nunca se realizó.
Esta combinación consigue un efecto de luminosidad que Gropius llamó “eterealización”.