En este caso, el artesano cuenta con una horma para cada uno de sus clientes y elabora una prenda única basándose en ella.
El hormero realiza la horma según la medida tomada del pie y el tipo de zapato que solicita el cliente.
Sin embargo, numerosos grabados y dibujos nos dan cuenta de que a partir del siglo XVI los artesanos utilizaban ya hormas para su fabricación.
Las primeras piezas debían consistir en una tabla plana de madera que se introducía en el zapato.
Sin embargo, existen modelos más económicos y ligeros elaborados en material plástico.