La rivastigmina es un fármaco colinérgico, inhibidor de la acetilcolinesterasa, por lo que aumenta los niveles del neurotransmisor acetilcolina en diversas regiones cerebrales.
[2] La rivastigmina se encuentra en el grupo farmacológico de los “carbamatos anticolinesterásicos”, con una relación química cercana con la neostigmina.
La principal diferencia de la rivastigmina es que es una amina terciaria y no una sal de amonio como las otras.
Se presentan de manera habitual náusea, vómito, diarrea, dolor abdominal, pérdida de apetito, dispepsia, vértigo y cefalea.
Debido a las circunstancias de los pacientes a los que se destina (muchos de ellos con problemas para tragar líquidos o sólidos), presenta múltiples formas de administración: cápsulas, jarabe y parches transdérmicos de aplicación en piel.