Posteriormente se descubrió que los procedimientos de la prueba eran inadecuados.
El equipo polaco, formado también por Irena Kirszenstein, Halina Górecka y Teresa Cieply, llegó a la meta por delante de Estados Unidos y Reino Unido.
Por esa razón se le prohibió competir en competencias deportivas profesionales femeninas.
En esos juegos olímpicos, las atletas suspendidas para las pruebas femeninas fueron exclusivamente las que no presentaban corpúsculo de Barr.
[7] La humillación pública a la que había sido sometida Kłobukowska, sumada al posterior reconocimiento del error en que había incurrido la IAAF, llevaron a un cambio en las políticas de verificación de género por parte del Comité Olímpico Internacional, que desde entonces mantuvo los resultados de las pruebas en secreto.