La sucesión fue discutida por el conde de Flandes, Luis II, quien invadió Brabante y rápidamente conquistó Bruselas.
Vencen y expulsan a los flamencos para devolver la ciudad a Juana y Venceslao.
Everard fue nombrado escabino (concejal) de la ciudad cinco veces.
Existe un monumento en su honor, hecho en bronce por Julien Dillens (1849-1904),[1] en la rue Charles Buls, saliendo de la Grand Place bruselense.
Para los lugareños, quien toca la escultura tendrá suerte o probablemente volverá a Bruselas.