También señaló numerosos paralelismos textuales con otros textos del siglo IV y anteriores.
Por esta razón, sugiere que el Evangelio original de Mateo en hebreo (aunque no la versión transcrita por Shem Tob) se remonta a los primeros siglos del cristianismo.
Sin embargo, en 1987, George E. Howard sostuvo que la lengua original de la obra era el hebreo.
[9] La introducción del Evangelio aborda la hipótesis de George Howard que atribuye la versión al auténtico Evangelio de los Hebreos mencionado por Papías en el siglo II d. C.[10] En la segunda edición mantiene la antigüedad, denominándolo simplemente Evangelio hebreo de Mateo y afirmando lo siguiente: The main thrust of this second edition is to demonstrate that the Hebrew Matthew contained in Shem-Tob’s Even Bohan predates the 14th century.
[11] Howard había llamado la atención sobre la probable de un fragmento del Diatessaron árabe escrito por Isaac Ben Velasco en el siglo X Córdoba,[12] mientras que W.L.
Sin embargo, la edición lamentablemente omite las variantes que según Niclós[14] son las más antiguas y valiosas por contener palabras en romance medieval, conservadas en manuscritos de bibliotecas italianas.
Estos manuscritos preservan algunos vocablos y léxicos en lenguas romances catalana o pirenaico aragonesas.
[15] Otro trabajo posterior,[16] estudió detenidamente el léxico léxico románico, especialmente rico en algunos campos como la terminología jurídica, la vida cotidiana oficios y roles, así como la cosmología; además, el análisis de la sintaxis hebrea del texto concluye con secuencias narrativos basadas en patrones bíblicos correctos y algunos modismos lingüísticos rabínicos.
(Niclós, "The Hebrew Gospel of Matthew in Shem Tob's Eben Boḥan, Particular Features and Medieval Sources", 156-157).
[21] Estas versiones pudieron realizarse en la primera mitad del siglo XIII, como lo prueban rasgos arcaicos, como la división en capítulos litúrgicos para las lecturas con cláusulas temporales del tipo in illo tempore ("en aquel tiempo"); e incluso alguna docena de ampliaciones a partir de la Glosa Ordinaria que se añadieron al texto canónico.
Finalmente, hacia 1386, en Tudela (España) un rabino judío, Shem Tob Ibn Shaprut copió con precisión la versión hebrea realizada un siglo antes por un judío anónimo, al parecer converso, e incorporó sus comentarios críticos en una obra de controversia religiosa contra los cristianos, Eben Boḥan ("la Piedra de toque").
En tres lugares no tiene una oración o frase correspondiente (21:12; 22:32; 27:9) en el NT y el AT que contenga la palabra.
Una vez (28:9) tiene השם ('nombre') donde el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento griego no tiene la frase correspondiente.
En 2017 apareció una traducción polaca de Eliezer Wolski (Eliyazar Ben Miqra), teólogo judío y simpatizante jasídico.