El Evangelio de José de Arimatea está clasificado entre los apócrifos del Nuevo Testamento.
Es falsamente atribuido a José de Arimatea, involucrando mitos de su historia.
[1] Según los evangelios canónicos, José de Arimatea, junto a Nicodemo, fue quien enterró a Jesús de Nazaret.
[2] Para el apócrifo, los judíos desaprobaban el comportamiento de José y Nicodemo a favor de Jesús, y por eso José fue enviado a prisión.
Liberado milagrosamente, aparece primero en Arimatea, su ciudad natal, y de allí se dirige a Jerusalén, donde cuenta cómo fue liberado por Jesús.