Eva Schloss

Dedica su vida a educar, alrededor del mundo, sobre la importancia de la tolerancia y el respeto por la diferencia.

Cuando Hitler invadió Austria, en 1938, Eva Geiringers tenía nueve años y su familia decidió mudarse de país.

Tras un paso por Bélgica, terminaron en Ámsterdam, Holanda, en la casa que se ubicaba del lado contrario de la plaza donde jugaba Ana Frank.

También recuerda a Otto, que hablaba con ella en alemán, porque su holandés no era todavía del todo bueno.

Eva, al igual que Ana, vivió el horror de Auschwitz, aunque ella consiguió sobrevivir.