Eusebio Rodríguez Salas

Fue un destacado militante del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC).

Para 1922-23 se había incorporado a la sección tarraconense del grupo La Batalla.

Salas condenó el asesinato y lo atribuyó a los "incontrolables" agentes provocadores hostiles al Frente Popular.

[8]​ El gobierno republicano conocía el control que los anarquistas ejercían sobre las conversaciones telefónicas de carácter oficial.

El 2 de mayo de 1937 una llamada telefónica del presidente Manuel Azaña a Lluís Companys fue interrumpida por la telefonista anarquista, que les dijo a ambos políticos que las líneas debían ser utilizadas para cuestiones más importantes.

[14]​[13]​ Eroles pidió a los milicianos de la CNT en el edificio que cesaran inmediatamente el fuego y entregasen sus armas.

Con esta exigencia llegaron exigencias adicionales para que los consejeros pertenecientes al PSUC salieran del gobierno autónomo, pero ni Aiguadé ni los consejeros del PSUC abandonaron sus puestos.

Hacia el final de la contienda Rodríguez Salas marchó al exilio, instalándose en México.