A la par de su desempeño deportivo, en el que se destacaba tanto como piloto y como mecánico, supo también destacarse por sus muestras de solidaridad para con sus contrincantes ante situaciones de accidentes o inconvenientes mecánicos, siendo su acto más recordado el haber abandonado la traza normal del Gran Premio Internacional de la América del Sur, al auxiliar a Juan Manuel Fangio y a su navegante Daniel Urrutia luego de un accidente sufrido en un camino montañoso del Perú.
Por esta acción, pasó a la historia siendo conocido como el Caballero del Camino.
Al mismo tiempo, obtuvo 9 victorias en competencias finales entre 1941 y 1953.
Debido a que para esa competencia había decidido modificar la posición de la cabina de mando, pasando el volante y los mandos al asiento izquierdo, Marcilla recibió de lleno el impacto al haberse sucedido el choque contra ese lateral.
En su Junín natal una plaza lleva su nombre, a la vez de que una estatua emplazada en dicho espacio verde rememora el episodio del rescate a Daniel Urrutia en el Gran Premio de la América del Sur.