Eugenio Tamayo

En esa ciudad ejerció la docencia en el Instituto de Segunda Enseñanza Alfonso II —a partir de 1934, llegando a ser catedrático numerario—, y en la Escuela de Artes y Oficios —desde 1932 hasta su jubilación en 1961—, así como en sus propios talleres —entre sus alumnos figuran Jorge Valdés Leal, Pepa Osorio, Vicente Santarua o Amparo Cores—.

En 1908 se trasladó a Madrid para estudiar en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado; gracias a una beca de la Diputación Provincial, retornó a Madrid para continuar sus estudios y allí trabajó como escenógrafo de teatro en la compañía María Guerrero.

En 1920 expuso su obra junto a la de Crisanto Santamaría, fue durante esos años cuando practicó su tarea como ilustrador gráfico, labor que nunca abandonaría.

Para Villa Pastur, pertenece a la segunda generación de pintores asturianos del siglo XX.

Esto se puede apreciar en una mancha vigorosa, cargada de materia y cerca del abocetamiento, alejándose de un análisis más exacto del motivo, los cuales solían ser paisajes de pequeño tamaño—montañas, valles, costas, industria, minería…—, siempre sacados del natural, aunque no fue reacio a representar el cuerpo humano, sobre todo en sus dibujos y acuarelas.