Sus memorias, Sous la robe (Bajo la ropa), ofrece un punto de vista cultural de la clase profesional belga de finales del siglo XIX y su implicación en la reforma literaria.
Su uso del simbolismo y maestría en la ambientación lo diferencias de piezas románticas precedentes.
Este movimiento influyó en hacer crecer la conciencia nacional de los belgas, dando paso al modernismo y desanimando el romanticismo.
Demolder contribuyó a La Jeune Belgique como crítico de arte y publicó una monografía temprana sobre el artista simbolista, James Ensor en 1892.
Entre sus contemporáneos estuvieron Emile Verhaeren, Max Sulzberger y Edouard Fetis.