Sobre sus rojos ojos muestra una ceja de plumas amarillo brillante que se proyectan hacia atrás.
[2] Al haber disminuido enormemente las poblaciones de los tres taxones que integran el complejo Eudyptes chrysocome (Forster 1781), sus relaciones taxonómicas adquirieron una importancia crucial en relación con los programas de conservación.
Algunos reconocían tres subespecies basadas en la importante separación geográfica de las poblaciones reproductoras, unida a diferencias morfológicas.
Se alimentan de krill, calamar, pulpos, peces, moluscos, plancton, sepia y crustáceos.
Crían en colonias, desde el nivel del mar hasta las cumbres de los cerros próximos a la costa, algunas vecen tierra adentro.