Etnosemiótica
Es definida por primera vez por Algirdas Julien Greimas y por Joseph Courtes en el Diccionario razonado de la teoría del Lenguaje:[1] “La Etnosemiótica no es, a decir verdad, una semiótica autónoma – entraría, entonces, en concurrencia con un campo del saber ya constituido bajo el nombre de Etnología o de Antropología, cuya contribución al surgimiento de la propia Semiótica es considerable-, sino más bien un campo privilegiado de curiosidad y de ejercicios metodológicos (…).Dado que la Semiótica general autoriza a tratar como discursos o textos las concatenaciones sintagmáticas no lingüísticas (gestuales, somáticas, etc.), el cuadro de ejercicio de la Etnolingüística se expande hacia una Etnosemiótica: los estudios, todavía poco numerosos, de rituales y de ceremonias, dejan suponer que la Etnología es probable que se convierta, una vez más, en el lugar privilegiado para la construcción de modelos generales de comportamientos significantes”.[2] En los años 2000 en Italia, la disciplina tuvo un renovado interés gracias a los estudios e investigaciones de Maurizio del Ninno, Tarcisio Lancioni y Francesco Marsciani.Las principales áreas de investigación hasta el momento se concentraron en: espacio urbano, terapia, rituales, folklore, prácticas cotidianas.Nacido en CUBE, activo en la Universidad de Bolonia, desarrolla investigaciones multidisciplinarias.