Contrafuerte

Los contrafuertes, que permiten al muro resistir empujes, se conocen desde tiempos antiguos y han sido profusamente usados en todo tipo de construcciones, siendo elementos característicos del arte románico y gótico.El peso del propio pináculo ayuda al contrafuerte a aumentar la componente vertical de la carga, lo estabiliza.La aparición del acero como elemento constructivo ha ido eliminando la necesidad de los contrafuertes, ya que es más económico "coser" la cubierta con cables o barras de acero para evitar que se abra.En la arquitectura románica, los contrafuertes adoptan la forma de pilastras, adosadas exteriormente al muro, con ancho decreciente en altura.En la arquitectura gótica, los contrafuertes (llamados técnicamente botareles o estribos de forma única), se separan del muro y se conectan con él mediante arbotantes, con el fin de favorecer la visión vertical del edificio.
Contrafuertes en la iglesia de San Pedro de Ostende , Bélgica
Exterior del claustro de la Catedral de San Antolín de Palencia
Contrafuerte en el muro occidental de una iglesia medieval en Brandeburgo
Contrafuertes angulados a escuadra
Contrafuerte esquinado
Diagonal o 'contrafuerte francés'
Contrafuerte retranqueado