Esther Tapia de Castellanos
[1] Sus padres le ofrecieron que al concluir sus instrucciones básicas podría dedicarse a otras faenas del estudio.[1] El siguiente escrito que se conoce hacia esta época, es un poema en honor a su madre.[2] Ya residiendo en Guadalajara, contrajo matrimonio con Ignacio Castellanos de quien heredó una buena fortuna.[2] Mantuvo una perspectiva ideológica muy cercana con las ideas liberales de aquella época, aspecto que pudo reflejar en su obra.[4][5] El literato jalisciense José María Vigil, en el compendio de poesías Flores silvestres acata: Publicó obras tales como: