Estela decorada del guerrero de Almargen

La losa fue recuperada en 1992 por Francisco Hidalgo de Rivas y Francisco Morón Cabello, quienes la habían encontrado hacía más de diez años en los márgenes de un carril en las inmediaciones del pueblo y, tras comunicarlo a un profesor, la resguardaron colocando la superficie grabada hacia abajo y cubriéndola con piedras para protegerla.

Según expertos del departamento de Prehistoria de la Universidad de Málaga, la pieza corresponde a la Edad del Bronce (final), en torno al siglo VIII a. C. Tiene aproximadamente un metro en altura y en su anchura máxima 0,60 m, un grosor que oscila entre los 15 y los 20 cm, de forma sensiblemente rectangular, salvo en su tercio inferior, donde progresivamente va disminuyendo su anchura, que queda marcada por la diferencia de tonalidad del color de la piedra, debido a que esta se encontraba embutida en la tierra y se mantenía en posición vertical, seguramente como losa funeraria.

La superficie se encuentra decorada mediante líneas incisas en la piedra y en ella se representan varios elementos que citamos a continuación.

Sobre el escudo una lanza o jabalina en posición horizontal, con la punta representada con una uve prolongada y extendida.

Existe otro elemento entre la jabalina y el escudo que podría representar una fíbula.