En su juicio, Esteban dio un largo discurso criticando a las autoridades judías que le juzgaban.Según la creencia ortodoxa, era el mayor y por eso se le llama "archidiácono".[7] Los elegidos por los judíos helénicos fueron Esteban, Felipe, Próspero, Nicanor, Timón, Patricio y Nicolás de Antioquía.[8] Posteriormente, se dice que Esteban había obrado milagros delante del pueblo.Furiosos por esta humillación, sobornaron a testigos falsos con la acusación de que Esteban había predicado la blasfemia contra Moisés y Dios.Se dice que Esteban permaneció imperturbable y su rostro parecía "el de un ángel".El Dios de la gloria, dice, se apareció a Abraham en Mesopotamia, estableciendo así al comienzo del discurso uno de sus temas principales: que Dios no habita sólo en un edificio en particular (es decir, el Templo).[13] El discurso terminó con las siguientes palabras:[14] Tras esta afirmación, los sanedritas no pudieron contener su ira.[20] Parece improbable que un discurso tan largo se haya podido reproducir exactamente en el texto de Hechos tal y como fue dicho.Ante esta objeción, algunos biblistas han dicho que el discurso pretende mostrar la personalidad característica de Esteban.Ambos hicieron milagros, ambos fueron juzgados por el Sanedrín y ambos rezaron para pedir que se perdonara a sus asesinos.[16] La crítica a la creencia y la práctica judía tradicional en el discurso de Esteban es muy fuerte.En el siglo XX, católicos franceses construyeron ahí la basílica de San Esteban.[28] Las reliquias del protomártir fueron trasladadas posteriormente a Roma por el papa Pelagio II durante la construcción Basílica de San Lorenzo Extramuros.
Lugar donde se encuentra la piedra de san Esteban. Iglesia ortodoxa griega de San Esteban,
valle de Cedrón
, Jerusalén.