La estatua fue esculpida y dedicada al dios Nilo por voluntad de la comunidad egipcia establecida en la próspera Nápoles grecorromana (Neápolis) por motivos comerciales.
Posteriormente, la estatua fue olvidada y recuperada, sin su cabeza, sólo alrededor de la mitad del siglo XII.
En 1657, cuando se demolió completamente el antiguo edificio del Sedile di Nilo,[2] la escultura fue colocada en un basamento y restaurada, por voluntad de las familias del mismo Sedile, por el escultor Bartolomeo Mori, quien añadió a la estatua la cabeza de un hombre barbudo, le sustituyó el brazo derecho y agregó la cornucopia, la cabeza del cocodrilo cerca de los pies del dios, la cabeza de la esfinge colocada bajo el brazo izquierdo y varios putti.
[4][5] La escultura representa al dios Nilo como un viejo barbudo y semidesnudo acostado sobre las olas del río, con los pies puestos cerca de un cocodrilo (actualmente acéfalo), símbolo de Egipto, apoyándose con el brazo izquierdo sobre una esfinge y sujetando con la mano derecha una cornucopia.
En su lado principal se encuentra una placa con una inscripción en latín que recuerda la historia plurimilenaria de la escultura: