Tara había sido una diosa madre hindú que fue adoptada con una nueva función dentro del budismo.
La estatua sugiere que Tara puede haber sido adorada como deidad y no como la consorte de un dios masculino.
[5] Típicamente la escultura habría sido colocada en un templo junto a una estatua de su contraparte masculina, el bodhisattva Avalokiteshvara.
[4] La estatua es el único ejemplo conocido del periodo Anuradhapura de este tamaño que ha sobrevivido.
[8] Cuando el Museo Británico adquirió la estatua, en la década de 1830, les preocupaba que los grandes pechos desnudos, cintura estrecha y curvilíneas caderas se consideraran demasiado eróticos para el público así que fue mantenida fuera de la vista durante treinta años.
[2] El Museo Británico tenía guardados desde 1830 diversos elementos considerados excesivamente eróticos, que en la década de 1860 fueron colocados en el Secretum.