Debido a que Corea del Norte no tenía relaciones diplomáticas con la mayoría de los países, resultó difícil encontrar un estadio apropiado para el partido, hasta que el Jefe del Estado Norodom Sihanouk, aliado de Kim Il-sung, dijo que los partidos se podían disputar en Nom Pen.
Debido a que Corea del Sur y todos los equipos africanos se habían retirado como protesta contra la FIFA, Corea del Norte se calificó directamente a la fase final, donde llegaron hasta los cuartos de final.
Durante la guerra civil, el estadio fue utilizado como un albergue para los soldados republicanos y sus familias.
[4] En las décadas posteriores a los Jemeres Rojos, las instalaciones del estadio se deterioraron.
En 2000 el estadio fue renovado por una empresa taiwanesa, el Grupo Yuanta, que además construyó edificios residenciales y de oficinas en parcelas del complejo.