Actualmente el edificio de la estación todavía está en condiciones aceptables.
Además, existe una vieja rotonda, hoy en ruinas, considerada la mayor de América Latina.
Cerca de la estación se encuentra un puente rodoferroviario sobre el río Grande.
El complejo ferroviario de la ciudad contribuyó significativamente a fomentar el turismo.
La estación está bajo el control del Ferrocarril Centro-Atlântica.