El tramo es de vía doble y está electrificado.
[3] Las obras corrieron a cargo de la Compañía del Ferrocarril Cantábrico.
[4] En 1972,[4] el recinto pasó a depender de la empresa pública FEVE que mantuvo su gestión hasta el año 2013, momento en el cual la explotación fue atribuida a Renfe Operadora y las instalaciones a Adif.
Tiene una frecuencia de trenes cercana a un tren cada treinta o sesenta minutos en función de la franja horaria.
La cadencia disminuye durante los fines de semana y festivos.